Los maestros veracruzanos han sido utilizados para sostener un estilo de vida oligárquico de los principales liderazgos sindicales, al menos a los afiliados al SNTE, les han descontado religiosamente el 1% de su salario de manera quincenal. Hasta el momento, los diferentes líderes que ha tenido el SNTE nunca han entregado cuentas claras sobre el uso de las cuotas sindicales. Sólo la contraloría interna del mismo sindicato justifica sus gastos.
«Somos una Organización Sindical a nivel nacional, que surge por acuerdo del Congreso Nacional de Trabajadores de la Educación celebrado en diciembre de 1943, cuya misión es el estudio, defensa y mejoramiento de sus intereses comunes», así se definen los líderes del SNTE en su página oficial.
Sin embargo, el SNTE le ha fallado al magisterio mexicano; en los 32 estados el SNTE buscó congraciarse con los gobernantes en turno para no perder sus privilegios. El SNTE se ha caracterizado por representar y ayudar sólo a la cúpula sindical, compuesta por familiares y allegados a las dirigencias.
Es común que los líderes sindicales, al terminar su mandato, al menos en épocas pasadas salían con casas, autos de lujo, ranchos y propiedades que ningún maestro podría pagar con un simple salario. Ya es tiempo que esto termine. Si los maestros no les ponen un alto, nadie más lo hará por ellos.
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