Irineo Domínguez Méndez / Se ha cumplido la segunda etapa del pronóstico emitido por su Servidor: la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha revocado la resolución del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV: elefante blanco que debe desaparecer). El magro (huele a cerdo) argumento esgrimido por el premiado con la presidencia del TEV carecía de fundamentación legal y así lo determinó la Sala Regional; la cual ha devuelto el triunfo a la ciudadana Patricia Lobeira. Finalmente, en la tercera etapa del pronóstico, la Sala Superior ratificará, seguramente, dicho triunfo. Otro triunfo con resonancia nacional es que el equipo Yunista ganó la presidencia estatal del PAN. Ambos hechos hacen presumir que, ahora sí, habrá oposición en el Estado; aunque le pesará al dirigente del PRD el triunfo aquí comentado, pues, se le ha indiciado como “gobiernista”.
El desgaste al que están exponiendo al gobernador es de alto riesgo; sus asesores y el seudo dirigente de su partido lo están perjudicando. Tiene abiertos varios frentes de guerra política; entre ellos: la derogación del delito de ultrajes a la autoridad, la detención del alcalde morenista de Lerdo de Tejada, el enfrentamiento con el senador Monreal, los “paseos políticos” del diputado Sergio Gutiérrez y ahora el reconocimiento del triunfo de la señora Lobeira. Los “ayudantes” del gobernador le están amargando la navidad.
Radio bemba dice que el grupo político del gobernador se está debilitando; más, alguien debiera invitarlo a la reflexión sugiriendo cambio de estrategia o de tácticas; las actuales no le están dando resultados positivos. Uno de esos “alguien” pudiera ser su padre: Atanasio García, hombre curtido en política veracruzana y quien, sin duda, le desea todo bien; la única desventaja que pudiera tener es desconocer a los jóvenes que rodean a su hijo. La coyuntura política que aún favorece al gobernador está siendo disminuida con tanto error de sus allegados.
Quien sí se ha fortalecido es el equipo Yunista, tanto al exterior como al interior de su partido. Al exterior porque, primero, su principal oponente para la obtención de la candidatura a gobernador quedó “noqueado” al exhibirse junto al dirigente del partido español ultraderechista denominado Vox; Julen Rementería (¿re-mentiría?); tan es así que connotados panistas lo desconocieron; segundo, el reconocimiento del triunfo de la señora Lobeira es otro hecho que lo fortalece, incluso, también a nivel nacional; por último y al interior del PAN, el triunfo de Federico Salomón Medina (sustituto de Tito) le da el toque final al empoderamiento del Yunismo al frente del panismo veracruzano. Con el resumen de hechos anteriores se confirma que el Yunismo se mantendrá en la palestra política.
Otro efecto del empoderamiento Yunista es el debilitamiento que sufrirá el dirigente estatal del perredismo; a quien sus compañeros señalan de cortesano del gobierno morenista y por olvidarse de Rogelio Franco, considerado preso político; encarcelado por un delito injustificado (no puedo opinar por otros que se le añadieron) y, principalmente por pertenecer al grupo Yunista; aunque existen comentarios sobre una vendetta relacionada, también, por viejas rencillas entre el encarcelado y quienes hoy gobiernan en Veracruz. Lo cierto es que veremos al perredismo más pegados al Yunismo y a su dirigente más débil.
Los Yunes “pintintos” (por aquello del dicho), están demostrando que la estirpe está bien enraizada y que, en su momento oportuno, podrían dar el salto de su aspecto cualitativo al cuantitativo si deciden participar en alguna otra elección popular. Representan, de alguna manera o de varias, el contrapeso que necesita Veracruz para tener mejores gobiernos. Esto es así, porque los gobiernos siempre están perdiendo el equilibrio político y lo intentan recuperar a través de acuerdos con otras fuerzas representativas o por cumplir expectativas olvidadas del electorado. Cualquiera de las dos acciones antes mencionadas o ambas, podría beneficiar a Veracruz. Nadie podría negar que el Yunismo tiene el enemigo en casa.
Otro sí digo. – Sergio Gutiérrez Luna cumple su palabra: “donar su aguinaldo navideño”. Está regalando muchos enseres domésticos y juguetes. Ojalá informe cuánto le cuesta cumplir su palabra y cuánto recibió de aguinaldo.
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