Desde un principio se revelaron los intereses que había atrás de la decisión de Roberto Sigala, quien una vez que dictara la sentencia que anulaba el triunfo de Paty Lobeira, fue nombrado presidente del Tribunal Electoral de Veracruz. El descaro llevado a su máxima expresión. Pero no sólo eso, también se revocó la remoción del presidente del Consejo Municipal del OPLE en el Puerto de Veracruz, Roberto Castillo Gutiérrez, y todavía más, se determinó la existencia de violaciones en razón de género en contra de Patricia Lobeira por parte del candidato perdedor Ricardo Exsome.
Si Roberto Sigala tuviera vergüenza, renunciaría a la presidencia del Tribunal Electoral de Veracruz al ser exhibida su imparcialidad y servilismo. Pero queda claro que este tipo es un sinvergüenza, quien también le tomó el pelo al gobernador. Y es que Roberto Sigala sabía que su resolución de anular la elección en el puerto de Veracruz, al ser impugnada ante el TEPJF, sería echada abajo. Pero Sigala dejó que el crédulo gobernador le creyera, y así lo hiciera titular del TEV, todo por nada.