Hugo Gutiérrez Maldonado y su intento por torcer la realidad. No se trata si se aplicó la ley o no, sus policías mintieron, sembraron pruebas falsas

Maldonado
Hugo Gutiérrez Maldonado FOTO: WEB
- en Avenida Principal, Carrusel

Uno de los verdaderos responsables de las arbitrariedades que cometen los policías, con la excusa del delito ultrajes a la autoridad, es Hugo Gutiérrez Maldonado, secretario de Seguridad Pública. Al parecer sus elementos tienen licencia para sembrar pruebas, mentir y molestar a los ciudadanos con cualquier excusa. Este cínico funcionario, a pesar de que se ha evidenciado a sus policías por las arbitrariedades que cometen, intenta hacer creer a la ciudadanía que sus elementos policiacos, su dependencia, es incomprendida.

Dice Gutiérrez Maldonado que los ciudadanos estamos desinformados: «Es una total falta de información porque el delito de ultrajes siempre ha existido, lo único que se hizo es armonizar con el artículo 19 Constitucional que dice que los jueces dictarán de oficio prisión preventiva oficiosa en un catálogo de delitos (en el que se incluyó el de ultrajes a la autoridad)». Tal vez los ciudadanos estén desinformados, pero por tipos como él que pretenden torcer la realidad.

Sus policías, señor secretario, pretendieron hacer creer que los jóvenes detenidos en un centro comercial, a los que Ricardo Monreal defendió, no se resistieron al arresto, como se ve en los videos; entonces sus policías mintieron, como usted también miente. No hubo ataques con navaja ni agresiones por parte de los que estaban siendo detenidos, todo eso lo inventaron sus policías. No nos salga, señor don corrupto, que lo que se hizo fue aplicar la ley, cuando a todas luces se aplicó la represión por parte de sus policías.

Dice Hugo Gutiérrez Maldonado, con lágrimas en los ojos: «No era posible que, si atacabas, agredías a un policía, lo querías golpear, acuchillar o matar se te castigara con seis meses de prisión, y todavía tuvieras derecho a la suspensión. Si el delincuente no respeta al policía quién va a respetar al ciudadano». Ahora resulta que las víctimas son ellos.

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