Mientras que en México el presidente López Obrador ya dijo que no va a permitir que autoridades extranjeras detengan a los hijos del Chapo, en los Estados Unidos ya circulan carteles con la fotografía de cada uno de los cuatro hijos de Guzmán Loera, anotando los 5 millones de dólares de recompensa por cada uno: Joaquín Guzmán López, Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar. El gobierno de Joe Biden tiene muy claro que estos narcotraficantes son los responsables de mucho del trasiego de droga entre México y Estados Unidos:
“Los hermanos Guzmán López supervisan actualmente aproximadamente once laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa que producen aproximadamente entre 3 mil y 5 mil libras de metanfetamina por mes. La metanfetamina se vende al por mayor a otros miembros de Sinaloa y a distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá”. Sobre Ovidio Guzmán y Joaquín Guzmán las autoridades americanas anotan: “Tras la muerte de Edgar, Ovidio y Joaquín heredaron gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de mariguana en México y cocaína en Colombia. También comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina”.
Si Biden se lo propone, atrapará a estos delincuentes, pero si López Obrador también se lo propone, no dejará que se los lleven.
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