En la isla de Tasmania, al sur de Australia, un grupo de alumnos de una escuela primaria celebraba el finde curso, por lo que se encontraban de fiesta. Para esto, padres y autoridades contrataron un castillo inflable en el que los niños jugaban muy alegres. Sin embargo, a eso de las 10:00 horas una tremenda ráfaga de aire desató el castillo de sus anclajes y lo elevó a más de 10 metros de altura, que fue desde donde cayeron los menores de edad. Hasta el momento se han reportado 5 menores muertos, los cuales oscilan entre las edades de 10 y 12 años.
El secretario del Departamento de Educación de Tasmania, Tim Bullard declaró que ya se está atendiendo a los familiares de las víctimas, los cuales están devastados por la tragedia: «Tenemos un equipo en el lugar para prestar apoyo a los alumnos y los empleados, y esto incluye psicólogos, trabajadores sociales y capellanes».
Vale mencionar que no es raro este tipo de accidentes. Ya en España y en China se han reportado tragedias de este tipo. Por lo mismo, se advierte a los padres que este tipo de juegos debe estar fuertemente anclado, pues nunca se sabe si una racha de viento fuerte pueda aparecer en cualquier momento.
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