Comparecencias

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Comparecencias FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Gobiernos van, gobiernos vienen y las taras neciamente permanecen intactas.

Somos una democracia que, en su muy lenta construcción, encontró mil formas de mexicanizarse, la hicimos como nos gusta, inútil y absurda. Logramos en todos estos años desvirtuar la democracia, pervertirla hasta dejarla desprovista de cualquier virtud que pudiera contener.

Las comparecencias carecen del menor sentido democrático de rendición de cuentas, son en todo caso, un ejercicio circense con porras y matracas, no mas, no menos. Se presentan los funcionarios con sus acarreados en medio de aclamaciones y vitores ante el Congreso a decir lo que les venga en gana y como les venga en gana. No hay datos que contrastar, resultados que comparar u objetivos que calificar.

Todo es una relatoría de éxitos, los malos resultados que pudiera haber, son responsabilidad de los que estaban antes, ahora todo es mejor, no se trata de revisar nada, comparecer ante nadie, eso es muy neoliberal, lo que manda la democracia mexicana es creer que estamos mejor que nunca, sin pruebas y sin cuestionamientos.

Esta es la democracia que decidimos los mexicanos con nuestro voto, la que nos gusta. No estoy diciendo que la que teníamos antes era perfecta, lejos estaba de serlo. El problema es que lejos de acercarnos a algo mejor, ahora parece que nos encaminamos a una democracia más a la mexicana, una donde la disimulación con los otros datos y la evasión de responsabilidades serán regla.

No es un mal de un partido político en particular, es resultado de la perversión de la democracia que tan bien nos acomoda. Los que antes gritaban y exigían más libertad y democracia ahora se encuentran cómodamente haciendo lo mismo que los que los antecedieron.

Por momentos tengo la sospecha que tenemos miedo de ser ciudadanos, no nos gustan las responsabilidades, por eso no exigimos al poder se responsabilice de nada, preferimos ese juego perverso de evasión ciudadana, yo juego que me gobiernas y tú haces como que gobiernas, nada para nadie y nadie para nada.

La oposición juega a ser oposición, posiblemente algo resulte de todo, un premio o una posición de consolación por gritar mucho o callar más. La ignorancia se premia y el mérito se castiga. Los funcionarios comparecen ante diputados que juegan a ser diputados, todo es fiesta, matracas y porras, de rendir cuentas luego hablamos, es tiempo de contar cuentos, después de todo, esa es la historia de México, la resistencia a la modernidad, así ha sido y por lo visto así será por muchos años.

Ahora seremos testigos nuevamente, el mundo cambia y los mexicanos nos resistiremos con todas nuestras fuerzas. No nos gusta el cambio, le tememos, por eso buscamos a los políticos que nos protejan y cuiden del cambio.

Nuestro futuro lo buscamos en el pasado.

Comparecemos con matracas y porras, nos resistimos a los datos, resultados y objetivos.

De la corrupción luego hablamos, es tiempo de comparecer.

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