La misma policía estatal no se hace presente, mucho menos la Guardia Nacional, por lo que el pueblo ha quedado en manos de la delincuencia organizada que hace sus incursiones nocturnas amenazando a los pocos pobladores que quedan. Justo hace una semana, el presidente López Obrador estuvo en Michoacán dando seguimiento a la estrategia para pacificar este estado.
El presidente dijo a los michoacanos: «Tenemos la tarea de pacificar Michoacán y estamos evaluando el plan que ya se echó a andar para lograr la paz y la tranquilidad (…) desde luego sin declararle la guerra a ningún grupo, buscando proteger a la gente y atender las causas que originan la inseguridad y la violencia, ir al punto». Pues al parecer la estrategia de no combatir a los grupos delictivos no está funcionando. Chinicuila es el sello del fracaso de la estrategia de paz del presidente López Obrador.