Un grupo de delincuentes entró a robar, sin saberlo, a la casa de un expolicía argentino. Según las investigaciones, los ladrones habían investigado el domicilio desde hacía tiempo. Esto se sabe pues al entrar a la casa durmieron a los perros, además ya conocían el lugar y fueron sobre las cosas que tenían pensado robar. Fueron las cámaras de seguridad las que vieron todas las maniobras que hicieron los delincuentes para poder entrar.
Pese a que tenían la casa perfectamente identificada, fueron descubiertos por Florencio Varela, el dueño del domicilio. Tras este encuentro, los ladrones decidieron tomar de rehén a su esposa y su hijo. Sin embargo, no tomaron en cuenta que el policía jubilado tenía una pistola y preparación para este tipo de situaciones.
Florencio logró disparar antes de que su familia fuera lastimada, hiriendo a uno de los delincuentes. Los disparos continuaron sonando dentro de la casa hasta que dos de los ladrones terminaron muertos y los otros dos heridos de gravedad. Las autoridades llevaron a los sobrevivientes a un hospital cercano. Tras lo sucedido, usuarios de redes discutían sobre el uso del arma. Algunos mencionaron que habían estado de más tantos disparos y otros que se lo merecían por ladrones.
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