«La historia de tres hermanos surge entre sueños, ideales y frustraciones, en el contexto de la rebelión de un pueblo por defender un río. Una noticia inesperada llevará a estos hermanos a tomar decisiones que cambiarán sus caminos para siempre», así se anota en la semblanza de la película Luna Negra, filme dirigido por Tonatiuh García, hermano del gobernador, conocido coloquialmente como “La loca de la casa”. Este sujeto, un humilde músico de orquesta, incipiente poeta, aprendiz de todo y maestro de nada, una vez que su hermano llegó por azar a la gubernatura de Veracruz, descubrió sus dotes como curador de arte, poeta, periodista cultural, danzante, documentalista, fotógrafo y ahora también director de cine.
Y es que, teniendo todo el presupuesto estatal disponible, este sujeto puede hacer lo que se le pegue la gana. De modo que cerrar el centro de la ciudad de Xalapa para ponerlo a disposición del hermano del gobernador no es nada, es una molestia que lo xalapeños debemos soportar, porque en Veracruz primero está cumplir los caprichos de “La loca de la casa”, esa que anda en todos los rincones para ver qué se le ocurre.
De entrada, se ve “bien interesante” la historia de la película. Unos hermanos, sólo falta que se apelliden García, enfrentados a «decisiones que cambiarán sus caminos para siempre». Por favor, suena a película chafa de Juan Antonio de la Riva, un cine social y caduco de los años ochenta. Pero en fin, nos queda claro que los delirios de grandeza de Tonatiuh García sólo son síntoma de su pequeñez.
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