La oposición en México hizo cabildeos, pactos, berrineches, esgrimió argumentos y hasta se lanzó de golpes para evitar que la reforma energética de López Obrador avanzara, pero no pudieron hacer nada y avanzó. En la cámara de diputados ya estaba Morena y el presidente hablando al oído a los legisladores priistas, para obtener los votos necesarios y así echar a andar las reformas constitucionales necesarias para aprobar la reforma energética de López Obrador. Sin embargo, bastó con que 40 legisladores norteamericanos mandaran una carta al presidente Joe Biden para que diera una respuesta “oportuna y clara” a las intenciones de López Obrador para limitar el acceso a sus sectores energéticos, para que la reforma energética se pospusiera hasta el mes de abril.
Los legiladores americanos señalaron en su carta: “En las últimas semanas, las acciones de aplicación discriminatorias y arbitrarias (del Gobierno mexicano) se han intensificado. A través de lo que parece ser un uso selectivo de la autoridad, han obstaculizado explícitamente, y en algunos casos bloqueado por completo, la participación del sector privado estadounidense en los mercados de combustibles de México”.
Por más que el canciller Marcelo Ebrard interviniera, la decisión del gobierno de los Estados Unidos por detener esta intentona retrograda del presidente de México es firme. Se espera que la famosa reforma energética tenga algunas modificaciones o de plano la echen abajo, porque México no quiere tener problemas con el gobierno de Joe Biden.
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