Sus guerras intestinas entre los miembros de Morena, como la protagonizada por el tosco y folclórico diputado Maleno Rosales, contra la cofradía de Comunicación Social que dirige el rapaz Aldo Valerio, sólo dejó a la luz la punta del iceberg del vergonzoso nepotismo entre una camarilla que dijo que eran distintos a los otros partidos.
Mañana viernes 5 de noviembre entrará una nueva legislatura, ojalá y que el ejemplo de lo que no se debe hacer, quede como constancia para los nuevos legisladores. Aunque la verdad lo dudamos, mientras existan diputados dispuestos a vender su voluntad por unos buenos cañonazos económicos, provenientes del inquilino del Palacio de Enríquez desde el centro de la capital del estado.