La iglesia católica evitó que se lleve a cabo el aborto de una niña de 11 años que fue violada por el padre de su padrastro. Según la defensoría del pueblo, no se realizó el procedimiento debido a la influencia del arzobispado católico de la región y personal médico. Para este momento, la menor cuenta con 21 semanas de embarazo, motivo por el cual, la defensoría de Yapacaní, Bolivia busca que su proceso sea llevado a cabo lo más pronto posible.
Debido a la situación, Nadia Cruz, la defensora del pueblo, presentó un comunicado anunciando que ya se están tomando medidas legales. Durante su informe, Nadia pide que se reencamine el procedimiento de la interrupción del embarazo “sin viciar el consentimiento de la menor, ni por parte de sus familiares ni de cualquier instancia, grupo o sector religioso”. Además, solicitaron a derechos humanos aplicar medidas cautelares en contra del Estado Boliviano, pues una niña de 11 años embarazada constituye un hecho grave.
Para concluir comentó que la interrupción del procedimiento podría costarle la vida a la menor. Por su parte, el sistema de las Naciones Unidas en Bolivia recordó que someter a una niña menor de 15 años a un embarazo forzado está calificado como tortura. Además, la ONU comentó que la niña no solamente tendría daños físicos, si no también mentales y emocionales, añadido a que reforzaría las desigualdades, el ciclo de la pobreza y la discriminación al seguir con su embarazo
Comentarios