Un niño de siete años que residía en el condado de Creek, Estados Unidos, fue atacado y asesinado por un perro que acababa de adoptar. Según los informes, el menor salió a jugar con el animal y ya no regresó. James McNeelis fue reportado como desaparecido alrededor de las 19:20 horas.Al llegar, las autoridades encontraron al infante en el patio trasero de la casa, aparentemente atacado por el perro de la familia.
De acuerdo con las declaraciones de los padres, el perro, un mix de pastor de las islas de Shetland con Corg, había sido adoptado hacía tres semanas y no presentó rasgos de violencia. Las autoridades informaron que no se llamó a los servicios de salud porque el niño ya estaba muerto cuando lo hallaron. La confirmación oficial sobre este caso fue que lo sucedido fue “un trágico accidente”.
Por otro lado, el perro fue enviado a un centro de control de animales. Los padres, al sufrir esta gran pérdida decidieron mudarse de su casa en Oklahoma: «Ya no podemos estar aquí, por James, y por nosotros», dijo la madre de la víctima. De igual forma se mencionó que, para poder cubrir los gastos del sepelio y memorial del menor, abrieron una página donde recibirían donativos. Por su parte, el padre del menor, comento en sus redes sociales que se sienten solos y perdidos sin el pequeño James.
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