Todo quedó grabado, el momento en que pistola en mano irrumpen en las oficinas y sacan a los ingenieros; la evidencia era contundente. Pero un juez corrupto, bien centaveado, modificó la denuncia en contra de César Spinoso y de Rodrigo Spinoso. Los señores, a pesar de las evidencias, a pesar de que fueron con sus armas a sacar a los ingenieros para tenerlos retenidos dos días, no los secuestraron, dijo el juez, sólo los privaron de su libertad.
Pues resulta que la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia revocó la resolución de ese juez corrupto por lo que nada se archiva, el proceso penal contra los tres Spinoso se vuelve a abrir hasta que los responsables de secuestro sean sentenciados o declarados inocentes, si es que se fuera el caso. Curioso que a unos días de que Antonio Gómez Pelegrín fue metido en prisión, ahora vayan por otro duartista.