La orden dice que no se podrá obligar a un individuo a presentar un comprobante de vacunación por creencias religiosas, razones personales o médicas, incluyendo la recuperación de esta enfermedad. Además, anteriormente Abbott ya había firmado una orden que prohibía a las escuelas pedir pruebas de vacunación a los profesores.
Añadido a esto, el gobernador también se negó a hacer obligatorio el uso del cubrebocas y a que las oficinas de gobierno pidan certificado de vacuna a sus empleados. Greg Abbott está vacunado y ha pedido a sus habitantes que también lo hagan, sin embargo, se niega a hacer obligatorias las medidas sanitarias. En Texas, el 51,8 por ciento de los habitantes están inmunizados mientras que en todo Estados Unidos un 56,4 por ciento de la población ya está vacunada.