Por eso, en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador ha tenido que reconocer «yo creo que es legal pero es inmoral que se den estas cosas, es una imprudencia, para decir lo menos, un acto de provocación, porque este señor fue director de Pemex y está como testigo protegido, le llaman de otra manera pero eso es».
Pero sigue la pregunta, ¿qué es más inmoral? Otro caso semejante de inmoralidad por parte del gobierno fue cuando el presidente López Obrador dio la orden para que dejaran libre a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán. Los argumentos del presiente son inválidos ante la ley, pues él es responsable de hacer que la ley se cumpla. De modo que lo que hizo, dejando escapar a Ovidio, no sólo fue ilegal, sino también inmoral.