Se reporta incluso que Enrique Medrano uno de los líderes de los gaseros, fue golpeado por los policías. De inmediato se atendió al presidente del Gremio Gasero Nacional pues recibió golpes en la cabeza y en la cara. Uno de los momentos de más peligro fue cuando uno de los manifestantes cortó una de las mangueras de las pipas estacionarias que habían puesto para impedir el paso.
Si bien es cierto las pipas estaban vacías, todavía queda un poco de residuo en ellas. Esto apenas empieza. El presidente pensó que con poner el mismo el gas al precio que se le antojaba con ello iba a terminar con el precio del encarecimiento de este combustible casero. Pero ya ve que no, lo único que ha ocasionado es enojo por parte de los distribuidores que no son una mafia fácil de domar.