Sin embargo, y pese a la emoción que tenía la joven colombiana por este empleo, la cuidadora se percató que Michael Esposito revisaba con frecuencia el detector de humo. Un día que el señor de la casa no estaba, la chica checó ese aparato y se percató que había dentro una cámara de seguridad la cual tenía una tarjeta que almacenaba grabaciones de ella cuando estaba desnuda.
Al ser esto así, Kelly Andrade demandó a Michael Esposito y la policía local lo arrestó por el delito grave de vigilancia ilegal. Sin embargo, su abogado logró sacarlo de este apuro argumentando que su cliente tenía esas cámaras escondidas por temas de seguridad. Al ser esto así, un juez lo liberó «bajo su responsabilidad».