Eso lo dejó muy claro el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien a pregunta de los reporteros sobre la recomendación del presidente de México declaró: “La posición de nosotros en los Estados Unidos es que en Cuba vamos nosotros a seguir luchando para la democracia de Cuba, de la gente de Cuba. Pero desde la perspectiva mía lo más importante es que los Estados Unidos y México estén enfocados más en las cosas que podemos hacer, no nos podemos distraer de lo que tenemos que hacer ahora, y lo que tenemos que hacer ahora es trabajar las cosas donde podemos hacer, yo creo, bastante”.
En pocas palabras, lo que diga el presidente de México no tiene ningún peso político o diplomático para el gobierno de Joe Biden. Respetan lo que dice el presidente de México, pero de plano dejan que haga sus aspavientos, en fin, no les afecta en nada.