Alberto Calderón P. / Bueno sobre la palabra sentimiento el diccionario de Oxford menciona “Es un estado o disposición emocional hacia una cosa, un hecho o una persona”, de ahí partimos para conocer esto que llamó la atención de naturalistas como el abuelo de Charles Darwin quien mencionó varios experimentos hechos con las plantas y publicados en 1800 con el nombre de La filosofía de la Agricultura y la jardinería, quien al igual que otros amantes de la naturaleza, dieron a conocer sus investigaciones durante el siglo XIX, sostenían que las plantas responden a ciertos estímulos, como: la conversación, la atención y el afecto así lo mencionó el creador de la psicofísica Gustav Fechner en 1848, así como este ejemplo hay muchos otros, como es natural otros naturalistas y científicos descalificaron la posibilidad sobre un punto de vista psicológico a las plantas.
Nicola Tesla participó en experimentos botánicos en 1900, junto a otros científicos como Marconi para ver el efecto electromagnético en las plantas, crearon el “cresógrafo”, en 1915 el científico de origen hindú Jagadish Chandra escribió un artículo menciona que algunas plantas reciben impresiones del mundo exterior y tienen un espasmo eléctrico y no químico antes de morir. También aseguraba que las plantas crecen más y son más grandes si se encuentran en un ambiente con música y sonidos suaves, expuesto en su libro Respuesta de los vivos y no vivos.
Es claro que las plantas responden a ciertos estímulos como el de la luz, su dirección, intensidad no importando sea tenue; reaccionan con la luz ultravioleta para determinar si es de noche, son capaces de paladear, esto se demuestra con sus raíces que bajo tierra buscan zonas ricas que las nutran, ¡aunque usted no lo crea!, pueden oír, experimentos realizados en la actualidad han demostrado que bajo la frecuencia análoga del ser humano y otras de la misma intensidad, estimula el crecimiento de algunas de ellas. La ecóloga Mónica Galeano mencionó en el periódico The New York Times, que en base a sus estudios las plantas pueden escuchar, producir sonidos a frecuencias de 220 Hz para comunicarse entre ellas y otras plantas.
Es tan sorprendente conocer sobre la vida de los seres vivos con los que convivimos en el planeta que nuestros sentimientos siempre se dirigen a las personas y algunos de los animales (no todos), dejando fuera a los insectos y algunas plantas, siendo un tema fascinante el de estas últimas, llegando a parecer como ciencia ficción como el caso de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá donde refieren que a través de una especie de hongo y ciertas raíces actúan como una red de comunicación subterránea entre especies de árboles en los bosques de ese país, y cuentan con una sociedad tan compleja que dentro de sus jerarquías, ofrecen más nutrientes a los más débiles o pequeños.
En investigaciones de los Estados Unidos han detectado el altruismo vegetal, los abedules se prestan azúcares cuando existe escasez, como esas cosas sorprendentes en ejemplos serían incontables, por lo pronto termino con las acacias que son el manjar de las jirafas, estos árboles cuando reciben el primer mordisco envían sustancias tóxicas a sus hojas para alejar a su natural depredador, pero no solo eso también generan y emanan etileno como una forma de poner en alerta a otros árboles cercanos de la misma especie, esa es la razón por la cual las jirafas van a comer de unos más lejanos que no estén avisados que van por sus hojas, ¡sorprendente! Bueno la próxima vez que vea a una especie de origen vegetal recuerde que también sienten, no como nosotros por eso respetemos su vida no contaminando.
*Miembro de la Red Veracruzana de comunicadores (REVECO).
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