Y es que los miembros de la Junta de Gobierno debieron oler el tufillo de corrupción que se cargaba dicho aspirante; el aroma pútrido de los grupos de interés que estaban atrás de él. Ya sin aspiraciones Rafael Vela se suma a la embestida mediática en contra de los candidatos a la rectoría. Con el argumento de que los candidatos a rector no son dignos de serlo por el supuesto plagio de los planes de trabajo, Rafel Vela pide que sea el Congreso del estado quien nombre un rector interino “para luego reponer el proceso de elección del sustituto de Sara Ladrón de Guevara”.
Ahora nos damos cuenta por dónde estaban los intereses de este aspirante; nos damos cuenta quien lo respaldaba y a las órdenes de quien iba a poner a muestra máxima casa de estudios. Quiere que el Congreso nombre un rector interino, como si la Suprema Corte no le hubiera corregido la plana a esta Legislatura; como si los bandidos del Congreso no hubieran metido ya la mano en el Poder Judicial para echar a perder todo. Así de autónomo iba a ser este rector, así de sometido.