Lo cierto es que la inundación de la escuela Adalberto Tejeda es un asunto serio, donde no sólo se requiere apoyo ocasional, sino un estudio y planeación para que no haya tragedias como las ocurridas en la Colonia Loma Bonita. Es necesario considerar si es mejor hacer una reubicación del plantel o tomar en cuenta la opinión de verdaderos expertos sobre protección civil.
Este gobierno debe aprender de sus propios errores, debe entender que, con la vida de los infantes, no es cosa de juego. Así que en lugar de andar simulando y granjearse simpatías baratas, como las que hace el comunicólogo que despacha en la SEV, debe considerar cuales son las zonas de riesgo alto y aplicar recursos para su reubicación.