Cuatro medallas de bronce o cinco medallas de bronce, o quizá seis medallas en unos Juegos Olímpicos es un fracaso para cualquier delegación que tenga dignidad; hay atletas olímpicos que en una jornada ganan más que eso. Pero en México, una medalla de bronce, más si es de futbol, el deporte nacional, ya es un triunfo que se va a seguir cacareando por muchos meses. Esperemos que esa celebración no se convierta en una cortina de humo para tapar la trapacerías y raterías de la directora de la Comisión Nacional del Deporte, Ana Gabriela Guevara.
Desde que inició su gestión en la CONADE Ana Gabriela Guevara ha sido acusada, con pruebas contundentes, de los malos manejos que ha realizado en esta dependencia; vaya, hasta se ha visto involucrada en crímenes. Pero el presidente López Obrador la sigue encubriendo. Los atletas de diferentes disciplinas hablan de la corrupción en las federaciones deportivas, de la falta de apoyo, de la burocratización, incluso de los saqueos que en cada delegación se da, y no pasa nada.
Los magros resultados de la delegación olímpica tienen un origen y ese origen está en la corrupción de la CONADE. Pero los mexicanos, en lugar de exigir mejores resultados celebran la medalla de bronce de la selección mexicana de fútbol, porque a eso los han acostumbrado, a las sobras olímpicas y con ello quedan satisfechos.
Comentarios