Marx Arriaga, este pobre cretino que no se explica uno cómo llegó a ser funcionario de la SEP, ve en todo acto de lectura una motivación egoísta y manipuladora. Este sujeto señala que los que leen por diversión son personas que se dejan llevar por las “ideas de consumo” de los mercados; para este imbécil las personas que leen por gusto son personas «automatizadas que no cuestionan su entorno».
Como puede usted ver, basta que un cretino de la 4T llegue a una posición de poder para que se sienta por encima de Borges, Cervantes, Paz, Cortázar, y todos aquellos escritores que ponderaron en sus obras el valor de la lectura.