¡PRI vs PRI!

PRI
Partido Revolucionario Institucional (PRI) FOTO: WEB
- en Opinión

Irineo Domínguez Méndez / Ulises Ruiz Ortiz, exgobernador de Oaxaca hizo acto de presencia en un evento entre connotados priístas en céntrico hotel xalapeño. Unas tres decenas de militantes del PRI, entre ellos Crísóforo Hernández Cerecedo, Raúl Ramos Vicarte, Antonio Benítez Lucho, a convocatoria de Domingo Yorio Saqui, se dieron tiempo para realizar un análisis de la condición política que vive su partido. Sobresalió la denuncia de hechos – nada nuevos – acaecidos en el proceso electoral pasado y de las consecuencias que siguen pagando quienes nada deben y temen por corruptelas de expresidentes y funcionarios.

Reconocieron el señalamiento de corrupción como principal lastre que arrastran; otros son la nula democracia existente en procesos electivos internos; las conductas centralistas heredadas del presidencialismo que fueron trasladadas a la dirección nacional y a la de los estados; la “dedocracia” nacional que beneficia a familiares, amigos y empleados en posiciones plurinominales. Reprobaron las actuaciones de dirigentes nacionales y estatales y las calificaron como comparsas de gobiernos morenistas.

Un desacierto político, sin aceptación, lo representa el continuar hablando de AMLO y sus políticas públicas. Críticas emitidas sin presentar una agenda propositiva; es decir que, como oposición, el PRI desempeña un papel muy “flaco”; lo que conllevó a concluir que no sabe ser oposición o, en su defecto, por falta de propuestas algunos priístas votan favorablemente las presentadas por los morenos. Tal despropósito fue constante en la reunión: AMLO culpa al pasado de los males que padece el País y los priístas culpan a AMLO de la situación actual.

Las propuestas de Ulises Ruiz pueden resumirse como sigue: renuncia de la dirigencia nacional; implementar mecanismos democráticos en la vida interna del partido; la refundación del partido; cambio generacional con inclusión de cuadros experimentados; apertura del partido bajo condiciones de equidad; reformar Estatuto, principalmente en procedimientos electivos de candidaturas y dirigentes; realizar una Asamblea Nacional lo antes posible y debatir estas propuestas, sin esperar hasta febrero del 2022. La visión del exgobernador marca un derrotero que, de no seguirse, pronostica la muerte política del PRI; del cual fuese posible hasta cambiar el nombre.

Sin duda, Ulises demuestra seguridad de su inocencia en relación de las denuncias que pesan sobre él. Hace alusión a que ciertos dirigentes pudieran estar agarrados “de las pelotas”, razón por la cual traicionan a su partido. Uno de ellos es el presidente: Alejandro Moreno; indiciado por presunto desfalcó a las arcas de Campeche por 400 MDP. Otro señalado es el propio Peña Nieto, de quien pidió su expulsión. Sin duda, las denuncias continuarán.

La propuesta de refundación del PRI anuncia un choque de trenes; “Alito” contra Ulises: PRI vs PRI. El presidente actual no renunciará, tampoco la secretaria general. Cobijado por una parte de la fracción parlamentaria en el Congreso de la Unión y como diputado federal electo Alejandro Moreno querrá mantenerse hasta concluir el periodo de su cargo. Tal empecinamiento creará más divisionismo y nuevas derrotas en el 2022, cuando se elijan seis gubernaturas: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas. Sin pacto político, sin las renuncias de “Alito” y su secretaria el PRI cava su tumba, lentamente.

Las peleas intestinas del PRI son aprovechas por AMLO y su partido; los cuales dosifican información poseída que coadyuva a su desaparición. También el PAN capitaliza parte del linchamiento y espera pacientemente la autodestrucción del Revolucionario Institucional; casi lo convierte en su “partido satélite”. Si el 2022 no es recibido por un PRI renovado, habrá desbandadas. El escenario es desalentador para el priísmo. A este partido no le queda más que: “renovarse o morir”. Posiblemente, algunos actuarán como AMLO: crearán un nuevo partido.

Otro sí digo. – Ya lo dijo otra vez AMLO: INE y TEPJF tienen que renovarse, no sirven a la democracia; tampoco el OPLE y el TEV. Estos dos últimos tienen que desaparecer: son elefantes blancos.

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