Cuando México juega partidos contra Cuba en la nación americana es habitual que algunos de sus jugadores se escapen del hotel donde se concentran para vivir una nueva vida en los Estados Unidos. Sin embargo, un caso sin igual se dio en Japón. Y es que el levantador de pesas Julius Ssekitoleko de 20 años de edad se escapó de su selección para trabajar en la sede de los juegos olímpicos. Lo único que dejó para saber de él fue una carta que decía: “Quiero trabajar en Japón”.
Al escapar, este atleta compró un boleto de tren y huyo de Izumisano para dirigirse a Nagoya. Durante varios días, Julius Ssekitoleko mantuvo sus pasos escondidos, pero no fue sino hasta días después que uno de los representantes de Uganda, África Oriental lo contactó y se pudo saber de él, solamente que no reveló mucha información sobre su paradero.
En su escrito, además, Julius Ssekitoleko decía que no quería regresar a Uganda por las precarias condiciones que vive en su país, por lo que pidió que se le entregaran las cosas que se llevó a Tokio a su mujer.
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