El lunes 5 de octubre del año pasado, el joven Uriel Núñez de 24 años de edad se aventó unos alcoholes en San Salvador Atenco, venía con su machete en la cadera, pues es la vestimenta de trabajo, así se acostumbra en la comunidad. Como ya la cruda estaba haciendo efecto, se metió a una frutería y le pidió regalada una fruta a la dependiente, ésta le entregó una sandía, el joven Uriel Núñez sacó su machete para partirla, sin embargo, la dependiente, salió en ese momento para pedir ayuda, ya que se sintió amenazada.
Aún no daba el primer bocado a la sandía cuando los policías ya lo estaban deteniendo. El Ministerio Público consideró que sacar el machete fue un acto de amenaza y por lo tanto merecía estar en la cárcel. Así estuvo nueve largos meses, hasta que el 5 de enero se dio una ley de amnistía en el Estado de México, Uriel Núñez pidió ser considerado por esa ley, y de esa manera, recobrar su libertad, sin embargo un juez dictaminó que, para poder salir, antes tenía que pagar una multa de 86 mil pesos.
Al ver esta situación, la madre del desdichado fue en busca de la dependiente de la frutería para pedir que retirara todos los cargos, la dependiente al enterarse de que le pedían una fuerte cantidad para dejar en libertad a su hijo, se ofreció ayudarle. Sólo de esa manera, y después de pasar casi un año en la cárcel, Uriel Núñez recobró su libertad. ¡Le salió cara la rebana de la sandía!
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