Paige Winter, una joven de 19 años, podría considerarse como una de las personas más afortunadas del planeta. Y es que esta chica sobrevivió al ataque de un hambriento tiburón. Este suceso tuvo lugar hace dos años, cuando Paige tenía 17 años. En aquella ocasión, ella y su familia disfrutaban de las bellas aguas de Carolina del Norte, Estados Unidos. Aunque todo parecía normal ese día, todo empeoró cuando esta jovencita sintió que algo le agarraba el tobillo, en un principio pensó que era su padre, pero le tomó un segundo a Paige Winter darse cuenta que un enorme tiburón la estaba arrastrando al fondo.
«Estábamos apretendiendo a ser sirenas tirándonos hacia atrás». Winter se dio vuelta y vio a su padre acercarse sigilosamente a ellos y todos se reían. «De pronto, salté en el agua de nuevo y sentí que alguien me agarraba el tobillo. Durante los primeros segundos pensé “ay qué gracioso, papá”. Él y yo siempre hacemos eso: nadamos bajo el agua para agarrarnos de las piernas. Primero pensé que era él, pero estaba siendo demasiado doloroso. Luego me arrastraron bajo el agua y ahí pensé: “Esto no está bien”. Me tomó un segundo darme cuenta: “Dios mío, es un tiburón”», dijo.
Aferrándose a su vida, esta chica intentó luchar contra el tiburón y en un intento de zafarse, abrió la boca del animal como si fuera una “trampa para osos”. La lucha parecía imposible de ganar, pero el padre de esta chica golpeó al tiburón y su hija pudo liberarse. Al llegar al hospital, los médicos le notificaron a la joven que durante el ataque había perdió su pierna izquierda y algunos de sus dedos. Pero aun con todo lo que pasó, Paige Winter dice no «tener rencor» hacia el tiburón que la atacó.
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