Alguien que se siente el alter ego del Presidente es el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García. Habla y gesticula como él. Es posible que el gobernador sea una de las personas más estúpidas en América Latina. No lo sabemos, pero hay pocas dudas al respecto. Hace unos días Cuitláhuac hizo una oda de los baños públicos en las gasolineras de su estado. Casi al borde de las lágrimas, el gobernador mencionaba que ya no le cobraban las entradas al baño, lo que reflejaba la profundidad del cambio en su tierra.
Poco le faltó para describir su experiencia en las letrinas, pero era notoria la satisfacción que le daba su obra de gobierno. Recordemos que al empezar la pandemia Cuitláhuac dijo que no le preocupaba que el virus viniera de Londres porque no había vuelos de esa ciudad a Veracruz”. Lo dijimos en su momento, señor gobernador, hacer el ridículo no es ser gracioso.