Así, mientras a usted ya le están metiendo la idea de la sucesión presidencial, mientras usted está viendo cuál será la “corcholata” preferida del presidente, los precios se siguen elevando. Lo más grave de todo esto es que una de las promesas que a cada momento hiciera el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, fue bajar los precios de la gasolina.
Hoy dice que él no hizo esa promesa, dijo que los precios iban a estar controlados de acuerdo a la inflación. ¡Pues qué inflación tan cabrona! Pero eso sí, pregunte usted cómo va la economía de los mexicanos, y le dirán que ya hemos superado la crisis. Pero la gasolina sigue subiendo, y con la gasolina, lo sabemos muy bien los mexicanos, sube todo.