Dígame usted si no es el colmo del absurdo, el colmo del sectarismo, el colmo de la imposición. En Morena no hay pluralidad ni espacio para no estar de acuerdo porque de inmediato la llamada Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena podría censurarlo. El pasado primero de julio, durante la celebración de los tres años del triunfo de López Obrador en las elecciones presidenciales, los militantes de Morena abuchearon a Mario Delgado, su dirigente nacional; no sólo eso, también le gritaron traidor.
Pues resulta que esas manifestaciones que reflejarían la libertad de expresión y la pluralidad de un partido son censuradas por esa comisión de honestidad, que con esto queda claro se convierte en un órgano represor del propio partido. En un comunicado de la CNHJ se lee: «La CNHJ condena enérgicamente las manifestaciones ocurridas en el marco del evento de celebración de los 3 años de las victorias del pueblo, llevado a cabo el 1 de julio de 2021, en el Auditorio Nacional. Dichas manifestaciones en contra de la dirigencia nacional de nuestro partido, demuestran un espíritu contrario a los principios democráticos y de unidad que deben primar en la convivencia entre compañeros de partido y de proyecto de nación».
Ya sabe usted, en adelante, en los mítines del partido, sólo se permitirán porras, besos y flores para la dirigencia, sin importar cuán traidor sea el dirigente.
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