¿Quién les pasó las respuestas del examen de promoción a los cinco mil 787 maestros copiones? Esa es la pregunta que merece ser contestada por la SEP. No sólo se trata de dar a conocer el problema, sino también conocer quién fue el funcionario deshonesto. Para saberlo, no hay que ir muy lejos, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) debe tener un comité de vigilancia muy cerrado, donde se sabe quiénes son los únicos que tienen las claves con respuestas.
Lo cierto es que alguien fotocopió o copió los documentos digitales y se le hizo fácil sacar un buen billete por esas respuestas. En otras palabras, el problema surgió dentro del seno del USICAMM y la semilla de la corrupción cayó en terreno fértil al prestarse algunos maestros para su compra.
De manera que la SEP no tiene que buscarle mangas al chaleco, tiene que dar con el o los funcionarios corruptos que traicionaron a la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros. Por otro lado, si en verdad existen pruebas en contra de los cinco mil 787 maestros acusados de copiar, también deberán ser amonestados. La ley debe ser pareja si queremos que las cosas mejoren en nuestro país.
Como docente es indignante que nos tachen de copiones cuando hubimos personas que nos preparamos para este examen y la plataforma tuvo muchas fallas y cosas absurdas que ponen se ve que no saben de tecnología pero es para poner a sus familiares y amigos