Irineo Domínguez Méndez / Mucho se ha comentado sobre la incapacidad del actual alcalde. Entre los calificativos menos expresivos del sentir ciudadano es el de “Reprobado”. Su gobierno ha sido el peor que ha tenido Xalapa; ejemplos de lo mal que está la Capital sobran. Xalapa ha sufrido el escarnio de quien la odia y hoy la gobierna por no ser nacido en su territorio. Ver sus calles deterioradas por falta de mantenimiento es cosa común en todas las colonias. La inseguridad es otra lacra que padece; el desempleo es sufrido por los capitalinos por cierre de negocios y falta de apoyo del municipio; el servicio del agua potable lacera a gran parte de la población y el deficiente servicio de limpia pública afecta la imagen de la ciudad. ¿Habrá baches frente a la casa donde vive Hipólito?, lo dudo. Afortunadamente, faltan poco más de 5 meses para que tome posesión Ricardo Ahued Bardahuil.
Ayer hemos visto manifestaciones de ciudadanos reclamando servicios prometidos y obras incumplidas y prometidas por Hipólito. Los defraudados en su confianza recordarán siempre el mal gobierno de este sujeto. El subejercicio ha conllevado a la afectación de la ciudadanía; el cinismo con que se ha conducido el alcalde saliente merece solo el repudio general; el desprecio es parte del castigo a que será sometido. Algunos colaboradores de este alcalde manifiestan que “no se deja ayudar”. Entonces, presumiblemente, también es necio.
Las decepciones se convierten en esperanzas con la llegada de Ahued Bardahuil. Su imagen de político serio y cumplidor de su palabra aún está intacta; su calidad moral es incuestionable. Xalapa ha puesto en sus manos el destino que merece: progreso sustentable y sostenido, así como su tranquilidad; la ciudadanía desea que denuncié cualquier acto contrario a derecho realizado por Hipólito. Una auditoria administrativa y de campo es necesaria e imperativa. El deslinde de responsabilidades colocará en el banquillo de los acusados a quienes corresponda.
Ricardo tendrá que cumplir promesas ajenas y mejorar los servicios hoy deficientes. Las prioridades de su gobierno son innumerables. Su experiencia lo hará salir avante. Lo trascendente será saber por qué se incumplió. Ahued no tiene ninguna excusa para evitar señalar responsables; no puede ser tapadera de nadie.
¿Quién se equivocó al proponer a Hipólito como candidato a alcalde? Fue Manuel Ladrón de la Huerta Guevara; ese es uno de los más grandes errores cometidos por este político encumbrado. La pifia le costó y costará mucho, políticamente hablando. El delegado nunca ha aceptado a Ricardo Ahued como hombre de izquierda y como parte del movimiento moreno; recordemos que lo ha cuestionado varias veces. Ahora, Manuel pagará parte de los errores cometidos por Hipólito; de entrada, ya perdió la Capital. Él aceptó que su alfil, Juan Vergel, perdería la elección.
Ahued estará en el ojo del huracán desde el inicio de su periodo como alcalde; incluso bajo fuego amigo. Tendrá que resolver si continúa la existencia de la “ciclovía”, en la cual circulan diariamente alrededor de 10 usuarios de bicicletas. Este movimiento bicicletero, que inició promovido por un estadounidense, solo acarreó problemas a todos los ciudadanos que circulan por la avenida Adolfo Ruiz Cortínez y a quienes residen en esa avenida. La otra “ideota” de Hipólito que dejará en la mesa es la referente al cobro de estacionamiento con la instalación de parquímetros. Ideota porque el alcalde “quiere castigar cobrando” a quienes se estacionan indebidamente en calles y avenidas cercanas al centro de la ciudad; es decir, “desea legalizar” la obstrucción de las arterias viales.
Ricardo Ahued tendrá que combatir la contaminación excesiva de la ciudad; misma que se acentuó con Hipólito. El programa “hoy no circula” debe implementarse nuevamente. El funcionamiento de los semáforos donde antes existían es urgente. El 1 X 1 no funciona; esta medida de preferencia en la circulación de automóviles es una mala imitación. Primero, el PRI la impuso sin procedimiento orientador o de capacitación de la ciudadanía. Segundo, lo implementó en casi todas las avenidas y calles del centro de la ciudad. Hipólito continuó con esta práctica, a pesar de ser una causa principal de contaminación. Antes, en cada cruce donde existía un semáforo, los automovilistas frenaban y aceleraban una o dos veces para logra cruzar las intersecciones; hoy son hasta quince veces que tienen que hacerlo. El 1 X 1 funciona donde el tráfico de automóviles es insignificante, principalmente en las colonias; es una medida vial que evita accidentes, pero que no agiliza el tránsito vehicular. Implementarla en el centro de la ciudad provoca contaminación; costos extras e innecesarios para automovilistas porque incrementa el gasto en partes automotrices, tales como neumáticos, balatas y, por supuesto, mayor consumo de gasolina.
El turismo es otro rubro completamente olvidado. Los empresarios que prestan servicios de hospedaje, alimentos, transporte, etc., han visto mermadas no solo sus ganancias, sino también la pérdida de capitales de riesgo y fuentes de trabajo directos e indirectos. Ricardo Ahued tiene un gran reto que enfrentar para continuar su carrera política. Como diría el Trumpetas, su reto es: “Hacer grande a Xalapa otra vez”.
Finalmente, cabe la pregunta siguiente: ¿Quién tejerá mejor la candidatura a gobernador de Morena: Nahle, Ahued o Huerta? En experiencia política gana Huerta, en calidad moral Ahued y en padrinazgo Nahle. Dos morenos y un independiente. ¡Hagan sus apuestas!
Otro sí digo. – El Consejo General del OPLE de Veracruz defenderá a la consejera que señalan los morenos y petistas por supuestas conductas irregulares.
Ahued antes de echar leña al fuego por las pendejadas de hipólito tirará la toalla ya es sabido que como chacha se va cuando en algo no está de acuerdo y calladito se va por la puerta trasera