Uno de los problemas del desabasto de medicinas en el país se debe a que el gobierno de López Obrador dejó de comprar medicamentos a las empresas farmacéuticas que tenían acaparado el mercado en México. Llegó López Obrador, calificó de corruptas a esas farmacéuticas y les cerró la llave. El gobierno de México dejó de comprar medicamentos a estas empresas, entre ellas Prisa, sin embargo, esto lo hizo sin buscar mejores alternativas, sin buscar otras empresas de distribución.
No ha sido fácil para el gobierno de López Obrador conseguir quién le surta los medicamentos necesarios para el cáncer de los niños, y como no quiere dar su brazo a torcer y pedir a Prisa que le vuelva a surtir, pues prefieren mejor el desabasto, lo que tiene como consecuencia el sufrimiento y la muerte de los niños.
El periodista Carlos Loret de Mola comenta que ante esta situación crítica, “ya están organizando una red de intermediarios: el gobierno compraría medicinas de Pisa a los intermediarios, no a la farmacéutica. El reino de la simulación”. Esa es la solución que encontraron ante un problema que por su estulticia ellos mismos originaron.
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