Finalmente, el juez federal de distrito Nicholas Garaufis en Brooklyn, fue un tanto indulgente, pues por el delito de crimen organizado, conspiración y tráfico sexual sólo le aplicó una sentencia de tres años, los cuales tendrá que empezar a purgar a partir del 29 de septiembre.
Vale señalar que el líder de la secta, Keith Raniere, fue sentenciado a 120 años de prisión, lo que para muchos fue cadena perpetua. Allison Mack, según testimonios de algunas de sus víctimas, incitaba a que las miembros de la secta sedujeran a Raniere para que éste las hiciera sus mujeres y las marcara con un hierro candente.