Es más, el académico de la UNAM asegura que López Obrador le puso un menú de cargos para que su esposa eligiera, pero ella por dignidad dijo no. Ackerman lo anotó de esta manera: «Una amplia gama de cargos alternativos, desde embajadora hasta diputada federal o miembro de la junta de gobierno de un organismo autónomo. Ella rechazó estas generosas ofertas bajo el principio de que jamás ha buscado puestos».
¡Sí, cómo no! A todo mundo le quedó claro el mensaje del presidente, menos a ellos. López Obrador no tolerará las infidelidades por parte de sus partidarios. Lo hizo con Irma Eréndira, lo hizo con otros antes y lo seguirá haciendo.