Ese es el estigma de Villalpando, un diputado que nunca regresó a su distrito, que en el congreso federal tampoco hizo nada. Rafael Hernández Villalpando, un diputado que llegó gracias al efecto López Obrador en el 2018 y que ahora pretende repetir ya sin López Obrador, pero colgado del prestigio de Ricardo Ahued.
Ya se dio cuenta Villalpando, el candidato de Morena, que entre más lo reconoce la gente, se da cuenta que es el diputado que pidió el voto en el 2018 y que nunca regresó, por eso le ha bajado el ritmo a su campaña, para que la gente lo vea menos, para que la gente que piense votar el 6 de junio no piense en él, sino en Morena o en Ricardo Ahued.