Por si fuera poco, el hijo del magnate asiático portaba la 10 en la espalda. Como era de esperarse, el chico apenas y pudo dar unos pases, ya que, al parecer, el correr no es lo suyo. Al hacerse viral este caso, trascendió la noticia de que el dueño de este equipo obligó al director técnico a poner a su hijo a jugar.
El Zibo Cuju es actualmente último de la tabla con sólo un punto de 15 posibles, siendo su siguiente partido contra el Hangzhou Greentown, quien es segundo de la tabla. Así que será mejor que manden al gimnasio al 10 del equipo, pues sobre sus hombros carga toda la responsabilidad del equipo.