Su asociación con Martha Sahagún y con Olegario Vázquez Raña fue equivocada; no se puede ser socio si te tratan como empleado, si te portas como empleado. Fue fácil para Olegario quitárselo de encima. Ferriz se puso en contra de Peña Nieto, a favor de la candidata del PAN. Perdió el PAN, perdió Ferriz. Olegario negoció y obtuvo canal de televisión, Ferriz de Con nada obtuvo. Nadie defendió a Ferriz de Con cuando lo sacaron del aíre, nadie lo hizo, como sí lo hicieran con Carmen Aristegui, quien después de la embestida de Peña Nieto, por el caso de la “Casa Blanca” creció en popularidad, en credibilidad.
Ahora, con López Obrador, después de su intentona de ser candidato independiente, Pedro Ferriz de Con vuelve a probar las hieles del ostracismo. Anuncia la salida de su proyecto Central FM, un proyecto que no acaba de cuajar; de esto le echa la culpa a López Obrador. Si bien López Obrador se ha convertido en el enemigo de la libertad de expresión en este país, el enemigo de Ferriz de Con no es López Obrador, el enemigo de Ferriz de Con es su propia incongruencia.