Pues la historia muestra lo contario. El 17 de octubre de 2019 el presidente dio la orden de liberar a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán. Sí, el presidente ha dicho que lo hizo para proteger a los ciudadanos, pero lo liberó. A Emilio Lozoya lo arropó, y a pesar de que este sujeto robó millones de pesos a Pemex, el gobierno lo arropó en arresto domiciliario.
¿Qué hay del caso Alonso Ancira? Casi nada, a pesar de que se acusó a este empresario de fraude y lavado de dinero, el gobierno aceptó negociar con él y a cambio de devolver parte de lo robado lo dejó en libertad. ¿Cómo entonces se atreve el presidente a decir que ellos no protegen a delincuentes? No sólo los protegen, los liberan, los consienten y con ellos negocian.