Al ser cuestionada por lo cometido, la maestra dijo que había sido un compañero de la niña quien le había cortado el cabello con unas tijeras. El director de la escuela interrogó a la docente implicada y a todos los compañeros. La maestra insistió en que ella no había sido, pero todos los niños del salón de clases señalaron a la maestra como responsable de lo sucedido.
Ante el problema el director mandó a llamar a la docente y le explicó que todos los niños del salón la habían señalado como culpable. Esta tuvo que aceptar que ella fue y se excusó diciendo que ese día estaba de malas y la menor no guardaba silencio. El director mandó una tarjeta de disculpas a los padres de la menor. El padre dijo: «¿Una tarjeta de disculpa para una niña de 7 años que fue humillada y tuvo que estar así alrededor de sus compañeros de clase?».