De acuerdo con un reportaje de Rodrigo Vera para la revista Proceso, «a pesar de ser un ‘un asunto de soberanía nacional’, el gobierno de la 4T no ha destinado el dinero necesario para que México tenga su propia vacuna. Los seis proyectos existentes son llevados a cabo por universidades que carecen de recursos y apenas se encuentran en la etapa preclínica (en experimentación con animales), por lo que ‘es difícil’ que puedan estar listas para su producción y aplicación masiva este mismo año».
Pero eso no impide que el presidente López Obrador, quien se ha puesto a criticar los montajes ajenos, deje de hablar de una vacuna mexicana como un hecho consumado, como un gran logro de la ciencia en México. Un presidente que no ha podido vacunar a su personal médico, que no puede vacunar a sus adultos mayores en el plazo que él mismo se ha impuesto, no podría tener más que una vacuna en su imaginación.