Hipótesis de fin de semana

Hipótesis
Imagen de la captura de Gregorio Gómez en Tihuatlán FOTO: WEB
- en Opinión

Arturo Reyes Isidoro / Un grupo de policías ministeriales, bellas, delicadas y finísimas personas, dormían plácidamente, roncaban incluso, y, de pronto, como nos pasa a todos, los asaltaron pesadillas horribles, horribles. En sus sueños vieron que el candidato del PRD a presidente municipal de Tihuatlán, Gregorio Gómez Martínez, se les quedaba mirando feo. Despertaron alarmados ante lo que vieron como un inminente peligro y no lo pensaron dos veces. Se subieron a sus vehículos y fueron en busca del osado, quien los amenazaba en sueños. Ante la peligrosidad del empresario y político, llegaron frente a su negocio, que rodearon, estilo comando de la delincuencia organizada, y antes de que pudiera reaccionar, por sorpresa le cayeron encima en montón y al grito de ¡¡¡cometiste en sueños el grave delito de ultrajes a la autoridad!!!, lo esposaron, lo sacaron por la fuerza, a golpes y empujones lo subieron a un vehículo, lo desaparecieron por varias largas horas, que aprovecharon para darle una buena madrina, que bien merecida se la tenía, y hasta que se cansaron lo entregaron a la fiscalía regional para que lo remitiera ante un juez, quien lo menos que lo va a castigar por faltarle a tan ejemplares servidores públicos, adalides defensores de los derechos humanos, será con ocho meses de cárcel y el pago, en la mejor clínica de tratamientos psicológicos del país, la Sigmund Freud, de una terapia de caballo (por dura) por el tiempo que sea necesario por el daño psicológico que les causó.

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Sí, lector. Ya vi la interrogante en tu frente. Hasta creo que pensaste que el tratamiento lo necesito yo, con urgencia (en una de esas…). Me explico. Te explico.

La hipótesis antes expresada es de una interpretación libre de lo que pudo haber motivado la detención del señor Gómez Martínez, de cuyo caso nos enteramos por un video que circuló en forma profusa en las redes sociales y en los espacios de prácticamente todos los medios informativos del país, ante la falta de información oficial, de la Fiscalía General del Estado, sobre el delito o los delitos que cometió, que ameritó que, sin orden de aprehensión alguna, lo detuvieran cuando se hallaba atendiendo, in fraganti, tras su mostrador, con mandil puesto, su refaccionaria.

Extraña que, tan solícita que ha sido en otros casos, incluso para revictimizar a las víctimas, esta vez la fiscal general del Estado no haya salido a informar, en el antiguo salón de sesiones de la que fue la Cámara de Diputados, en el Palacio de Gobierno, sobre el caso y no haya dicho por qué tan espectacular operativo. Además, por qué pasaron más de 24 horas para que por fin su dependencia saliera a decir que ellos lo habían detenido, pero sin mencionar por qué. ¿Por qué?

Solo se tienen los testimonios de los empleados del empresario, que narraron que los polis se metieron por la fuerza al negocio, a ellos los despojaron de sus teléfonos celulares, les apuntaron con armas largas y se llevaron el módem del sistema de circuito cerrado de videovigilancia, que grabó todo lo sucedido, se supone que para eliminar cualquier testimonio de su proceder, aunque no contaban conque había otra cámara bien escondida que registró todo, lo que más de medio México ha visto y se ha quedado atónito.

Independientemente de que le prueben el delito o los delitos de lo que lo acusen, llama la atención que el señor es militante del PRD, candidato a la alcaldía de su municipio, que ya presidió, y líder en el norte de esas siglas y colores, y su detención (prácticamente un secuestro) ocurre en pleno proceso electoral, cuando cada vez son más fuertes las versiones de que los candidatos de Morena, el partido oficial, podrían sufrir una derrota estrepitosa.

¿Tanto pesa el PRD, ha crecido tanto hasta convertirse en el más serio adversario electoral que tiene el gobierno y por eso tratan de ablandarlos metiendo a la cárcel a sus candidatos? Porque ya es el segundo que le encarcelan, luego del candidato a diputado federal plurinominal Rogelio Franco Castán. ¿O fue como castigo y advertencia porque su dirigente estatal, Sergio Cadena Martínez, acudió ante la Secretaría de Gobernación a demandar la libertad de Franco, lo que causó mucho ruido mediático en la capital del país? Por lo pronto, el PRD está teniendo mucha atención mediática, y si el intento es acallarlo, les está resultando mal.

Hasta en tanto no se diga con precisión por qué fue la detención y no se presenten pruebas, testimonios, todos podemos hacer nuestras propias conjeturas. Una de ellas es que el ahora preso, en sueños de los señores agentes ministeriales, los miró feo, esto es, cometió ultrajes oníricos a la autoridad. Haga usted sus propias elucubraciones, como ejercicio mental de fin de semana y para distraerse un poco del encierro, que ya lleva más de un año.

¿Qué hay nerviosismo porque las cuentas no les dan?

No me lo crea, pero adentro de la estructura del gobierno estatal cada vez son más fuertes y repetidos las versiones de que los jefes de las diversas áreas andan muy nerviosos, desvelados, temerosos, por la exigencia que les están haciendo de que forzosa y necesariamente tienen que entregar una cuota de votos que les están fijando, bajo la amenaza de que sí no cumplen serán despedidos. Lo que se comenta adentro es que hay mucha preocupación porque los candidatos de Morena no levantan y la oposición se fortalece.

Parece que las cuentas no les están saliendo e incluso tienen motín a bordo, como lo demuestra la marcha que morenistas realizaron ayer por el centro de Xalapa acusando al delegado Esteban Ramírez Zepeta por, dijeron, la imposición de candidatos y candidatas a diputados y a presidentes municipales, exigiendo que sean “líderes legítimos” de su partido los que tengan las candidaturas, no externos.

El contingente estuvo encabezado por el fundador de Morena, Héctor Quintanar García, quien demandó transparencia en el proceso de designación, además de que reprochó que 20 diputados locales pretendan reelegirse cuando, aseguró, no han rendido cuentas. Acusó que “cacicazgos” en su partido trafican con la política y todos gritaban ¡Fuera Zepeta!, a quien reprocharon que no marchara con ellos.

La pregunta, otra vez, es ¿dónde está el operador político del gobierno? Ya se ve, hay inconformidad de su militancia, están divididos, mientras que la oposición está unida y re-unida. Parece que hay motivos para el nerviosismo oficial y que, si las cosas no les salen bien, los paganos serán los secretarios, los subsecretarios, los directores y todo al que ven enfrente. Y la burocracia anda muy temerosa, comprando cajas de té de tila, qué le cuento.

Ya solo faltan ocho semanas para ir a las urnas. La tensión crecerá. Si usted trabaja en el gobierno, más le vale que se cuide.

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