Cómo y por qué “bailó” Sergio Hernández

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Sergio Hernández Hernández FOTO: JUAN DAVID CASTILLA
- en Opinión

Edgar Hernández* / 

¡Por traidor pierde la alcaldía de Xalapa!

Por un lado Alejandro Moreno, Beatriz Paredes y Américo Zúñiga, del PRI, y por el otro, del lado del PAN, Miguel Ángel Yunes y Pepe Mancha operaron caída del virtual candidato a la alcaldía de Xalapa, Sergio Hernández al descubrirle acuerdos en lo oscurito con Morena.

Los primeros, encabezados por el máximo dirigente del tricolor, Alejandro Moreno, en aras de no perder Xalapa, la “Joya de la Corona”, por la vía de la alianza PAN-PRD-PRI empujaron a David Velasco.

Por el otro, Yunes Linares y el exdirigente panista Pepe Mancha, presionaron al enterarse que Sergio Hernández pretendía jugar a perder a cambio de prebendas con el gobierno de Cuitláhuac García, una en lo inmediato, la magistratura para su aliado en negocios y excolaborador en el Congreso, Juan José Rivera.

La información de su infidelidad política que apostaba a jugar la alcaldía para perderla convenció a Marko Cortés, máximo dirigente del PAN a nivel nacional para retirarle el apoyo.

Antes en conjunto priistas y panistas acordaron -a instancias de Américo Zúñiga- que el también aspirante a la alcaldía David Velasco Chedraui, leyera el ante la prensa un comunicado de que no sería obstáculo en busca de la alianza y aceptaría la candidatura solo si se diera en coalición.

Tras el anuncio en medios le hicieron saber a Sergio Hernández que, ahora sí, podría jugar bajo las siglas de la alianza la cual rechazó haciendo público que iría solo con el PAN.

Ello despertó sospechas.

Todo ello sucedió el jueves de la semana anterior, el primero de julio, por lo que “Alito”, Beatriz y Américo en consonancia con Yunes Linares y Pepe Mancha presentaron ese mismo jueves en la tarde noche, las evidencias de la traición de Sergio y el descarte de David, advirtiéndole a Marko Cortés que Sergio estaba dejando el paso libre para Ahued ganara Xalapa.

En una llamada telefónica Américo explica al dirigente panista la importancia de consolidar la alianza por Xalapa “¡Va por México!” y sus repercusiones en todo Veracruz, tercera reserva electoral del país y el efecto dominó que provocaría en todo el país.

Le insiste además en que David Velasco Chedraui es el mejor posicionado en las encuestas y de mayor peso empresarial en favor del clan Chedraui ante el otro, también empresario, Ricardo Ahued.

Así, pasadas las 10 de la noche Marko decide ungir a David.

Al suelo se vino además el argumento de que Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, el dirigente estatal del PAN buscaba descartar a Sergio Hernández para fortalecer a Julen Rementería, el senador panista que quiere la candidatura por el gobierno del estado para el 2024.

Quedaba claro el rechazo de los actores priistas y panistas a Sergio y la aprobación de Yunes Linares de que la candidatura por la presidencia municipal de Xalapa fuese en Alianza y que David Velasco fuera el candidato. También hizo lo mismo José de Jesús Mancha Alarcón, el exdirigente estatal del PAN, grupo del cual era parte Sergio Hernández.

La ambición pues, sumada a la traición mató al gato.

Escribe “El Místico”, Marco Antonio Aguirre de manera por demás acertada que “la soberbia, el pecado capital más serio y por eso el número 1 de los mismos, llevó a Sergio Hernández a tropezar consigo mismo y a caer”.

Así, en esa ambición y personalismo acordó con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, la designación de tres magistrados nuevos para el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz.

Lo “amarraron” todo, “tan bien”, que el 30 de marzo la presidenta del TSJEV, Isabel Inés Romero Cruz, comunicó al gobernador la existencia de tres vacantes de magistrados y el mismo día se preparó la propuesta de magistrados al Congreso de Veracruz el día siguiente, el 31 de marzo.

En ella iba Juan José Rivera Castellanos, quien entonces era “asesor” del PAN ligado a Sergio Hernández, quien tuvo un pequeño olvido, no llevaba el visto bueno ni de Pepe Mancha ni de Miguel Ángel Yunes y a Joaquín Guzmán ni lo peló.

Por ello a Marco Cortés le echaron montón el PRI y el PAN y hasta Yunes y Mancha para tumbar al traidor.

Hay un viejo dicho en política que dice que es perdonable la ratería, menos la traición.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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