No se requiere ser pitonisa ni profeta para conocer cuál será el futuro de los candidatos de Morena a las 50 curules que se disputarán el 6 de junio. Tampoco se necesita consultar el oráculo para saber que los candidatos a las 212 alcaldías van a sudar la gota gorda para ocultar los yerros de la gobernación actual. El enemigo más grande que tiene Morena en Veracruz se llama Cuitláhuac García. Los aspirantes morenos al Congreso local y a las 212 alcaldías, saben que van cargando una pesada loza de descrédito por las pifias del mismísimo gobernador.
Pero no sólo eso, el pésimo trabajo de los ediles provenientes de Morena, como el de Coatzacoalcos y el de la capital del estado, los colocan en una posición incómoda. El tsunami tabasqueño no estará presente en la boleta y no contarán con el discurso del hastío y del cambio.
Para tantear las fuerzas, en la capital del estado la alianza Veracruz Va, pone al frente a David Velasco, un candidato que medirá fuerzas con el senador con licencia Ricardo Ahued, quien cuenta con la aprobación de muchos capitalinos. Sin embargo, y aunque la contienda será cerrada, desde ahora se puede ver que Xalapa se quedará en manos del partido guinda. Al menos ese será el premio de consolación de Morena en Veracruz.
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