Los mismos familiares relataron a la policía que los padres de la niña pertenecían a un grupo satánico en donde practicaban ritos en donde la vida de otras personas se ponía en riesgo. Las investigaciones apuntan a que la pequeña fue víctima de un ritual satánico, pues tanto algunos familiares como los vecinos de la pareja declararon que ellos se dedicaban a realizar estas prácticas, muchas de ellas relacionadas con la brujería.
La autopsia reveló que una de estas agujas le provocó una lesión en el lóbulo inferior del pulmón derecho y afectaba al pericardio; otra más le fue detectada en el corazón, donde tenía un orificio de entrada en la zona de xifoidea. Tanto la madre como el padre fueron detenidos por las autoridades para presentar su declaración.