Libertad Bajo Palabra

MORENA: Una mezcla de ignorancia, fanatismo y traición

MORENA: Una mezcla de ignorancia, fanatismo y traición FOTO: WEB

Francisco Vargas / Es necesario precisar que el partido en el poder (Morena) se creó a raíz de líderes políticos desertores de otros partidos, principalmente del PRD y del PRI, estos a su vez antepusieron sus intereses personales por los colectivos, saltando de un partido a otro siguiendo a un individuo (Andrés Manuel López Obrador) y dejando atrás los principios, valores y trayectorias dentro de una organización, sabiendo que tarde o temprano, en un futuro no muy lejano, este obtendría el poder absoluto y por consecuencia ellos serían parte del festín, sin embargo para llegar a la cima del poder político, tuvieron que pasar por un sinfín de circunstancias; engaños, traiciones, atropellos, injurias, descalificaciones y difamación por mencionar algunas. Todo el capital político importado sirvió como base operativa de Morena para que en 2018 arrasaran en zonas que estaban completamente controladas por el PRI, PAN o PRD.

Este grupo de líderes políticos que dirigen en este momento Morena a nivel nacional, se limitan simplemente a seguir con el mismo discurso que promovía López Obrador en 2006, 2012 y 2018, a pesar de que actualmente ellos tengan el poder, es decir, que sin descaro y vergüenza alguna, siguen evadiendo responsabilidades y culpas que les corresponden lógicamente a ellos, culpando a los gobiernos pasados, al “neoliberalismo”, a la corrupción, a pesar de que en este gobierno por increíble que parezca ha aumentado la misma corrupción y obviamente la ineptitud con pésimos resultados que tienen a nuestro país con mayor pobreza, desigualdad y menos crecimiento.

La militancia de este partido es la más manipulable de todas, la cual omitió los evidentes errores y el cinismo de colocar en lo más alto del poder, dentro del gabinete y en el poder legislativo a ex priistas y ex panistas como pago de los favores que le hicieron al Presidente, sino pregúntense que hacen políticos como Manuel Bartlett, Alfonso Durazo, Germán Martínez, Manuel Espino o Ricardo Ahued, por mencionar algunos, en altos puestos públicos e incluso como candidatos a Gobernador.

Es entendible y comprensible que existan sujetos que omitan estas evidentes faltas y ofensas a su supuesta honestidad debido a que está de por medio su trabajo, su salario y su puesto, por ello es que casi nadie se atreve a desafiar a López Obrador y quien lo hace termina misteriosamente presentando su renuncia: Carlos Urzúa o Víctor Manuel Toledo son algunos ejemplos.

Si este partido político, que ha demostrado ser el más incongruente e incapaz para gobernarnos, vuelve a ratificar su victoria como en 2018, los que realmente demostraremos no querer el progreso de México seremos nosotros como ciudadanos.