La revista Proceso en su más reciente número realiza un reportaje sobre el contubernio entre Salinas Pliego y López Obrador. Señala el reportaje: «A pesar de que se resiste a pagar impuestos, Banco Azteca, propiedad del magnate Ricardo Salinas Pliego, es beneficiario de un contrato que le asignó de manera directa el gobierno de López Obrador para dispersar en el país los fondos de los programas sociales mediante las tarjetas Bienestar. En 2019 obtuvo por lo menos 300 millones de pesos sólo por el manejo de cuentas. Más aún, el contrato –del que Proceso tiene copia– le permite acceder a la base de datos de los programas sociales, utilizar los datos personales de sus beneficiarios e incluso cobrar de esas tarjetas adeudos por la compra de artículos en las tiendas Elektra».
Vaya con los amigos del presidente. Y lo peor de todo, Salinas Pliego, como Salgado Macedonio, se sienten intocables.