Francisco Vargas / Para nadie es sorpresa saber que López Obrador hoy es el hombre más poderoso de México y por mucho, no solo por ser el primer mandatario, sino por cómo fue que llegó a serlo, es decir, que al menos los últimos 5 ex Presidentes no lograron, ni los votos, la popularidad, ni mucho menos la mayoría legislativa arrolladora que actualmente él tiene. Naturalmente tuvo que repetir 3 candidaturas y hacer campaña por más de 18 años, pero es indiscutible que el poder y facultades políticas, legales y económicas que hoy tiene han doblegado desde el hombre más rico de México hasta a la mayoría de sus adversarios.
Estas mismas facultades han resultado contraproducentes para la democracia nacional, ya que Andrés Manuel se ha apropiado incluso de órganos autónomos imponiendo a sus correligionarios, tal es el caso de la CNHD, la Comisión Reguladora de Energía, el IFT o la COFECE. Y eso por mencionar algunos ejemplos, ya que todos aquellos altos funcionarios que no están bajo sus órdenes (como en estos casos) y se atreven a desafiarlo o llevarle la contraria, son doblegados a la mala, precisamente por ese exceso de poder y desde luego por la ausencia de una oposición valiente, responsable y organizada.
Por ejemplo en la inauguración de la primera pista del Aeropuerto de Santa Lucia hace un par de semanas, vimos presente al Presidente del Senado, el cual no es nada sorprendente ya que a pesar de que no tiene cabida ahí, emana de un partido que actualmente es partidario de la 4T, lo que sin duda si llamó la atención de la mayoría, fue ver la presencia del Presidente de la Suprema Corte, el Ministro Arturo Zaldívar, el cual aún más no tendría absolutamente nada que hacer allí, sus facultades y atribuciones legales no tienen nada que ver con la construcción de una obra, sin embargo su presencia solo confirmó lo que para muchos ya era un evidente hecho, la simpatía y el apoyo de la máxima autoridad del Poder Judicial hacía el Presidente de México, eso y las declaraciones contra administraciones pasadas, así como algunos mensajes escritos en sus redes sociales han dejado al descubierto quizás hasta la ideología política de este Ministro, el cual también por cierto ha votado a favor de todas las controversias constitucionales que favorecen a López Obrador.
Algunos otros gobernadores del PRI, que se supondría serían oposición al actual régimen federal, como Alfredo del Mazo, Omar Fayad, Alejandro Murrat, Claudia Pavlovich o Quirino Ordaz, han mostrado un permanente apoyo al gobierno federal de la 4T y un cómplice silencio ante sus arbitrariedades, aunque no los culpó por su falta de valentía, estoy seguro que su miedo no es precisamente ser abucheados en un mitin del Presidente, sino más bien ser víctimas de una persecución política por parte de todo el poder del Estado como es el caso del Gobernador panista de Tamaulipas, el cual es uno de los pocos que forma parte de la Alianza Federalista, la organización de gobernadores que critica y se opone a muchas de las decisiones del gobierno federal.
Así como los magistrados del Tribunal Electoral del PJF, la mayoría de los empresarios más acaudalados del país, ministros, gobernadores, jueces, y legisladores que no son ni siquiera de su movimiento, hoy trabajan a merced de lo que diga, quiera y mande el Señor Presidente. Adentro de su gobierno ni se diga, no hay un solo alto funcionario de primer nivel en situación de enfrentarse a López Obrador que tenga el valor suficiente para hacerlo, desgraciadamente en este momento la política nacional está llena de hombres que no quieren o no pueden enfrentarse a la verdad, López Obrador no solo es el mayor enemigo de la oposición nacional, es también el mayor enemigo de México, es necesario un cambio.
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